Día 6: Legoland (Günzburg)

09/09/10

Cuando estábamos preparando el viaje en Valencia, descubrimos por casulidad este parque de atracciones de Lego. La verdad es que cuando era pequeño, yo jugaba más con los Tente y Clicks de Famobil que con los Lego, pero Bea si que estuvo varios años jugando con estos monigotes. Así que como nos pillaba en ruta, decidimos incorporar la vista al parque.

 

Hoy parece que no va llover al menos inmediatamente. Cogemos los trastos (pocos... qué raro se pedalea sin peso en la rueda trasera) y por el carril bici, llegamos a Legoland enseguida.

Dejamos las bicis atadas el la zona para bicicletas y a comprar la entrada, porque los Leitenmaier nos dieron un bono de 2x1.

La mañana con un tiempo de locos: Sol, lluvia, viento, Sol, lluvia...

Las atracciones que no están a cubierto, pero tampoco llovió tanto como para que no funcionasen.

Legoland Express



Por otro lado el parque está destinado a niños/as entre 5 y 13 años. Hay atracciones para mayores y pequeños, pero las más moviditas te dejan con ganas de algo más.



Fire Dragon



Pedal-a-car



Captain Nick's Splash Battle



Safari Tour



Lo que más nos gustó fue la salida de la visita a la fábrica de las piezas de Lego. Una gran tienda donde se podían comprar piezas al peso (como si fuesen gominolas) y donde habían una serie de estanterías con decenas de compartimentos para poder montar tu propio Lego. Con tal cantidad de cuerpos, piernas, cascos, pelos, cabezas... era muy complicado hacer sólo uno y, realmente, fue donde más tiempo estuvimos.

El resto del parque es entretenido, sobretodo la zona del Miniland, que son reproducciones de partes del mundo construidas con piezas de Lego...



Berlín





Venecia



Castillo Neuschwanstein


Nosotros, además, estuvimos buscando el Legomundo de la bici jejeje.

Justo antes de salir para volver a Günzburg, nos tomamos algo en una de las cafeterías y nos llamó de nuevo la atención, cono a la hora de la comida, el que aun siendo unas 30 personas en el local, muchas de ellas niños/as, se podía escuchar perfectamente la música de ambiente y como las camareras hablaban entre sí. No es que todo el mundo estuviese callado, pero nadie levantaba el tono de voz... La verdad es que daba gusto.

En definitiva un día divertido y el cielo parece que nos dará tregua mañana.

La sorpresa la tuvimos en casa de los Leitenmaier. Parece ser que se dieron cuenta de nuestra ineptitud para encender la chimenea la noche anterior, así que nos la dejaron lista para acercar una cerilla al ordenado montoncito de papel, ramitas y palos. Nos dió pena encenderla jajaja.

Total: 261,09 km